Rejuvenecimiento vaginal lo último en cirugía estética


Las amantes de la cirugía estética no saben ya cómo rejuvenecer sus cuerpos. Con la tecnología de punta en sus manos, los cirujanos plásticos no sólo pueden corregir el aspecto de párpados, abdominales, glúteos, muslos,mamas, cejas, pómulos, mentón, orejas, pantorrillas, nariz… la última moda entre mujeres de Inglaterra y Estados Unidos es lo que se denomina ‘cirugía íntima’, es decir, modificar las partes del aparato genital que menos le gusten.

Existen varios tipos de ‘cirugías íntimas’ para las féminas: estrechamiento vaginal y reducción labial son las que más se practican.
La primera de ellas es demandada por mujeres que han dado a luz a varios hijos, y que se quejan de que su vagina ya no es igual que antes. Para compensar el ensanchamiento y posible desplazamiento de la cavidad (prolapso), los cirujanos plásticos proponen una reducción de dicho músculo, con lo que se consigue un estrechamiento del conducto y, supuestamente, un mayor disfrute de las relaciones sexuales.
Según el criterio de los expertos, este tratamiento mejora eficazmente el tono muscular, la elasticidad y el control de la vagina. Los procedimientos son semejantes a los que utilizan los ginecólogos con sus pacientes. Así, para las mujeres que sufren una pérdida involuntaria de orina al toser, estornudar, reír, hacer ejercicio o al tener relaciones sexuales, tensar la vagina hacia arriba puede servir para corregir su incontinencia.
Según Fiona Brown, manager de la Clínica del Grupo Médico Harley -firma norteamericana que ofrece ambos tratamientos de forma conjunta -, “muchas mujeres que habían tenido varios hijos me contaban que su vagina era demasiado elástica, algo que puede hacer que pierdas el placer durante las relaciones”.
Otra opción es la reconstrucción de los labios vulvares. En este apartado hay sugerencias para todos los gustos, y mediante una labioplastia reductora cualquier mujer puede modelar sus labios menores si considera que éstos son demasiado grandes, o asimétricos, o simplemente no le gustan por alguna razón. Si por el contrario la interesada va buscando un aumento, la clínica ofertará adquirir otra apariencia al transplantar grasa proveniente de la misma paciente, obtenida mediante la lipoescultura (permite que la grasa retirada de un lugar sea reinyectada en otra parte del cuerpo), a los labios mayores.
La cirugía íntima a veces se inspira en revistas eróticas como Playboy o Penthouse, y algunos médicos cuentan cómo se les acercan mujeres que piden una vulva con apariencia atractiva “como esta”, mientras muestran una provocativa fotografía ante los ojos del especialista.
Las razones por las que alguien se somete a este tipo de intervención puede ser estética, física o psicológica. “Nosotros hemos operado a chicas que no podían ni ponerse unos jeans del daño que les hacía”, aseguran fuentes de la Clínica Mediterránia de Barcelona.
Aunque la hipertrofia labial puede representar un problema para la salud, otras veces lo es para la autoestima. El testimonio de una paciente al respecto es bastante representativo:

Gracias a la tecnología láser y en una hora más o menos, una mujer puede tener un aparato genital reconstruido. El Dr. David Matlock, médico del Centro de Rejuvenecimiento Vaginal por Láser en Los Angeles (EE UU), ha operado a mujeres de varios Estados diferentes y de 20 nacionalidades distintas. En su página web (www.drmatlok.com), se ofertan, aparte del estrechamiento vaginal y la reducción labial, otras opciones para aquellas que quieran esculpir el órgano sexual a su propio antojo.
Entre lo más extravagante se encuentra, por ejemplo, la perineoplastia, que consiste en rejuvenecer el perineo (conjunto de músculos que constituye la base de la pelvis) flojo o envejecido, además de mejorar los labios mayores. Otras opciones son la lipoplastia vulvar (extraer grasa del monte de Venus) y la himenoplastia (reconstrucción del himen para dejarlo como si nada lo hubiera traspasado). Algunos especialistas aseguran que esta cirugía es con frecuencia utilizada por mujeres musulmanas que han estado de viaje por occidente, además de por etnias como la gitana en las que el himen tiene un significado de “pureza”. Un gran secretismo rodea a este tipo de intervenciones.

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