La infidelidad y sus tipos


La infidelidad es considerada la mayor traición que se le puede cometer contra el otro miembro de la relación amorosa. Cuando tenemos pareja, en la mayoría de los casos (a excepción de las parejas abiertas), inconscientemente firmamos un contrato implícito que implica lealtad, exclusividad y respeto.
La fidelidad es uno de los pilares básicos en los que se sustenta una relación de pareja tradicional, y cuando queda comprometida, es complicado volver a recuperar la estabilidad y conseguir que la relación funcione igual que antes. Ahora bien, complicado no significa imposible, pues hay parejas que superan esta situación tan delicada.
Eso sí, superar estas crisis depende en buena parte de cuál de los tipos de infidelidad se ha cometido. En este artículo hablaremos sobre ellos.

La infidelidad es cosa tanto de hombres como de mujeres

Cuando la mayoría de nosotros piensa en la infidelidad, seguramente lo primero que nos viene a la mente es el sexo. Sin embargo, la infidelidad física no es el único tipo de adulterio que existe. Según explican un grupo de investigadores noruegos que realizaron un estudio que se publicó en la revista Personality and Individual Differences, una infidelidad nos duele igual aunque no se haya producido el acto sexual. Y es que cuando nos engañan, ya sea con sexo o no, sentimos que la confianza se ha perdido. ¿Cómo podemos confiar en esa persona que decía querernos con todo su corazón?
En los últimos años las infidelidades están en aumento, y seguramente las nuevas tecnologías tengan algo que ver. Gracias a Facebook, WhatsApp o las diferentes apps para ligar, cada vez es más fácil tener relaciones fuera de la pareja. También es cada vez mayor la tentación de llevar a cabo infidelidades.
Ahora bien, la infidelidad no es exclusivamente un problema de los hombres. Según un estudio realizado por el Instituto Francés de Opinión Pública (IFOP), una de cada tres mujeres engaña ha engañado a su pareja alguna vez, por lo que no existen diferencias entre sexos en este sentido.

Tipos de infidelidad

No todas las clases de infidelidad son iguales. Pero…¿qué tipos de infidelidad existen? Las relaciones fuera del matrimonio o de la pareja amorosa pueden clasificarse de diferentes maneras.

1. Directa

La infidelidad directa es aquella en la que el infiel tiene en mente engañar a su pareja. Es decir, antes de que la infidelidad ocurra la persona ya ha hecho movimientos para poder tener relaciones con otra persona. En definitiva, es deliberada y planificada.
Por ejemplo, cuando un individuo se apunta a un portal como Ashley Madison (que tiene como función que los usuarios lleven a cabo relaciones extramatrimoniales) y queda con una persona ajena a su relación amorosa con el objetivo de ser infiel, está cometiendo una infidelidad directa. Su idea era ser infiel desde el primer momento y ha llevado a cabo su plan a la perfección.

2. Indirecta

Una infidelidad es indirecta cuando se da el caso contrario al anterior.
En este tipo de infidelidad no existe una intención inicial de ser infiel, sino que los deseos o el acto de ser infiel surgen de forma repentina. Por ejemplo, se da cuando una persona está mal en su relación pero la cercanía con alguien a quien le cuenta sus problemas acaba en una infidelidad. En estos casos, la persona que tiene pareja puede llegar a arrepentirse.

3. Online o virtual

La infidelidad online es muy común en la actualidad, pues con la inclusión de las nuevas tecnologías en nuestras vidas, muchas personas emplean Internet para ser infieles. Las ventajas de la infidelidad online son numerosas. La persona puede conectarse en cualquier momento (incluso con la pareja en casa) y los medios sociales digitales son una manera de evadirse de la realidad del mundo físico bajo un aparente anonimato.
Quienes cometen una infidelidad virtual no siempre llegan a quedar con su compañero o compañera de infidelidad de manera física.

4. Física

La infidelidad física es aquella que no se comete de manera virtual. Por ejemplo, las personas pueden conocerse en una cafetería y, tras entablar una relación a escondidas, acaban consumando el acto. La infidelidad física es lo contrario a la infidelidad online.

5. Afectiva

Algunas personas consideran que la infidelidad no necesariamente incluye sexo, sino que el solo hecho de sentir algo por otra persona fuera de la pareja es una traición.
La infidelidad afectiva es aquella en la que la persona que tiene pareja “siente algo” por la otra persona. También recibe el nombre de infidelidad romántica, y puede haber o no sexo. Es más propia de las mujeres que de los hombres.

6. Sexual

La infidelidad sexual es un tipo de infidelidad en la que hay acto sexual, y las personas involucradas no experimentan un profundo apego emocional necesariamente. Este tipo de infidelidad suele llevarla a cabo sobre todo por hombres.

7. Obligada

La infidelidad obligada es considerada como aquella que realizan las personas con baja autoestima y que no se sienten queridas en su relación, por lo que buscan en la infidelidad lo que en realidad no tienen en su matrimonio. El miedo a romper una relación tóxica favorece este tipo de infidelidad. Sin embargo, la existencia de este tipo de infidelidad es muy debatido, ya que puede ser utilizado para responsabilizar a la víctima.

8. Adicción sexual

Son infidelidades de tipo sexual en las que lo único que desea la persona es satisfacer su necesidad erótica obsesiva. La adicción sexual se manifiesta por un patrón de descontrol en la conducta sexual, alternándose con períodos de relativa calma.

9. Aprobación

Este tipo de infidelidades las cometen las personas que están acabando su relación y no tienen la fortaleza para dejarla definitivamente. Necesitan tener a alguien ahí que les ayude a pasar el mal rato, y utilizan a la otra persona para no sentirse solas.
Los usuarios de este tipo de crisis afectiva pueden prometerles el oro y el moro a su compañero o compañera de infidelidad, pero en realidad es una manera de evitar la posibilidad de una separación a solas.  


Comentarios

  1. Trabajo en la sección financiera de una entidad bancaria, este viernes pasado se celebró la fiesta de todo el departamento y se buscó un restaurante situado en una campiña cercana a la ciudad donde vivo y trabajo. Para evitar problemas se alquilaron un par de autocares por si la gente bebía mucho no tener problemas con la vuelta a casa. Yo tenía muchas ganas de fiesta y me lo pasé muy bien con la concurrencia. El amigo, maldito el día en que lo conocí, me rondaba y me proporcionaba toda la atención del mundo,a pesar del gran sarao y de la cantidad de gente que bailaba y reía en el salón, en algún momento tuve que darle a entender que se estaba poniendo demasiado cariñoso para evitar que no se delatara o me delatara a mi .Terminada la cena y el baile la gente empezó a desfilar para la salida subiendo a los autocares o a los muchos taxis que habían llamado, en el parking, cuando ya estábamos solos, el compañero me propuso ir a tomar la última copa y como a diferencia de los demás, el había venido en coche porque vive cerca de ese sitio, no supe o no quise negarme. En que estaría pensando cuando acepté. Fuimos a un discreto pub que hay en la entrada de la ciudad y tomamos varias copas en un reservado. Como no había mucha luz empezó a acariciarme y yo no lo detuve, ojalá le hubiera parado los pies en ese momento pero me gustaban sus caricias y el alcohol que había tomado me daba alas para perder el pudor y la veguenza.

    De esa situación a terminar en un hotel cercano fue el principio del fin para mi. Dos horas más tarde cuando nos dirigíamos hacia el coche (que mala suerte la mía) coincidimos en el aparcamiento con gente que salía de una fiesta también, supongo de alguna otra compañía que había alquilado algún salón de ese establecimiento y horrorizada vi entre ellos a un amigo de mi esposo. Hizo ver que no me había visto pero yo en ese momento supe que mi matrimonio se había acabado. Me puse muy nerviosa, me metí en el coche, me tapé la cara con el abrigo y empecé a llorar desconsolada. Mi amigo no sabía ya ni que hacer. Me intentó tranquilizar dándome a entender que seguramente no me había visto esa persona, que todos iban muy contentos y bebidos y que solo había sido un instante hasta llegar al coche, que no me tenía que preocupar por algo que quizás no tenía tanta importancia. Pero yo vi en los ojos de ese hombre que si sabía que era yo y que a pesar de ser solo unos segundos me había reconocido.

    Llegué a mi casa totalmente derrotada, entré a la habitación de mi hijo y se me volvieron a saltar las lágrimas de la pena que me desgarraba el corazón. Me tomé una pastilla y me metí en la cama, mi esposo ni se enteró de que había vuelto.No me atreví ni a tocarlo ni siquiera me enrosqué junto a el como siempre hago por no despertale y verme en el estado de nervios que yo estaba en ese momento. A penas dormí esa noche.

    El lunes, yo ya había empezado las vacaciones de navidad, como si nada pasara, mi esposo se marchó de viaje, antes de despedirse me empezó a decir que me notaba muy rara y triste todo el fin de semana, que si pasaba algo o si me encontraba mal, tengo a veces jaqueca, estaba algo resfriada y el sábado y domingo estuve casi todo el día en la cama con esa excusa, como me conoce, me cuidó mientras mi cabeza era un volcán donde todas las posibilidades y todas las pesadillas me estaban matando poco a poco y volviendo loca.

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