Se denomina hiperhidrosis al exceso de sudoración. La producción de sudor por hiperhidrosis suele afectar a ciertas partes específicas del cuerpo, pero también puede extenderse al cuerpo entero.
La sudoración es una función importante del cuerpo, ya que sirve para evitar el sobrecalentamiento del organismo. La cantidad de sudor que segrega al día una persona es diferente dependiendo de la temperatura ambiental, la actividad física que realice o el estrés al que esté sometida. El cuerpo humano produce varios litros de sudor cuando realiza trabajo físico pesado. Sin embargo, el concepto de hiperhidrosis hace referencia a la producción de sudor en cantidades mayores a las requeridas para una regulación térmica normal, dando lugar a una sudoración intensa y excesiva.
Los médicos clasifican la hiperhidrosis según varios criterios:
Si afecta a todo el cuerpo se habla de una hiperhidrosis generalizada. Si solo afecta a áreas específicas de la piel como, por ejemplo, las axilas, o en las manos y pies, entonces se denomina hiperhidrosis local.
La hiperhidrosis también se puede clasificar según su causa. Si el exceso de sudor está causado por otra enfermedad existente (por ejemplo, un hipertiroidismo), entonces la denominaremos hiperhidrosis secundaria. En caso contrario, la hiperhidrosis se considera primaria o esencial y suele afectar principalmente a manos, pies y axilas. Suele hacerse patente sobre todo cuando el afectado tiene miedo, padece dolor o sufre estrés psicológico.
Es frecuente que los afectados no perciban la intensa y excesiva sudoración como una enfermedad y acepten vivir con la hiperhidrosis, aunque en ocasiones se sientan condicionados a la hora de llevar una vida social normal.
El tratamiento de la hiperhidrosis puede ser conservador o quirúrgico. Si la causa de la hiperhidrosis es una enfermedad subyacente (hiperhidrosis secundaria), es indispensable un tratamiento que combata directamente la enfermedad principal. Normalmente así se consigue solucionar el proble,a.
Tratamiento conservador
Toxina botulínica A
La toxina botulínica A es una sustancia tóxica producida por la bacteria Clostridium botulinum, agente causal del botulismo. Esta neurotoxina se emplea en el tratamiento de la hiperhidrosis para evitar la transpiración, inhibiendo la liberación del neurotransmisor en las terminaciones nerviosas que deberían estimular la producción del sudor. Como resultado, se bloquea casi totalmente la producción del sudor durante un período de tiempo. La toxina botulínica es especialmente importante en el tratamiento de la hiperhidrosis axilar.
El médico inyecta la toxina botulínica, diluida, en varios puntos de la piel de la persona afectada. Cuando el tratamiento con la toxina botulínica se realiza correctamente, es raro que se produzcan efectos secundarios. Sin embargo, como con todas las inyecciones, existe el riesgo de que se pueda inflamar el lugar de punción.
Este tratamiento de la hiperhidrosis requiere realizar muchas inyecciones; además, puede ser doloroso, por lo que antes de inyectar la sustancia, es habitual que el sanitario anestesie la zona (por ejemplo, con anestésicos locales en forma de spray o con hielo). El tratamiento de la hiperhidrosis con toxina botulínica debe repetirse cada pocos meses.
Antitranspirantes
Los antitranspirantes son sustancias que cierran el conducto excretor de las glándulas de la piel. Se pueden utilizar para inhibir la sudoración de todo el cuerpo, pero son más habituales en el tratamiento de la hiperhidrosis local.
La iontoforesis es una aplicación de corriente continua baja. Este tipo de tratamientos se suele hacer especialmente en caso de una hiperhidrosis de manos y pies. La persona afectada sumerge las partes del cuerpo correspondientes en un baño de sal, donde fluye una débil corriente eléctrica que inhibe las terminaciones nerviosas y contrarresta la producción de sudor excesivo. Normalmente no es suficiente con una aplicación, sino que, al principio, este procedimiento debe repetirse todos los días y, posteriormente, una o dos veces a la semana.
Tratamiento quirúrgico
Cuando los tratamientos conservadores no logran éxito duradero y satisfactorio, se recurre al tratamiento quirúrgico.
Extirpación de la glándula sudorípara
Si el resto de métodos no consigue un efecto satisfactorio sobre la hiperhidrosis, puede realizarse una extirpación de las glándulas sudoríparas axilares. Según la extensión, pueden ser necesarias varias incisiones. Los posibles efectos secundarios incluyen trastornos en el proceso de curación de la herida como infeccioneso cicatrices anormales.
Legrado subcutáneo de las glándulas sudoríparas
Cuando se realiza el legrado de las glándulas sudoríparas subcutáneas, el médico trata el tejido graso subcutáneo a través de pequeñas incisiones. Al mismo tiempo, corta los nervios que inervan las glándulas sudoríparas. Este método no impide totalmente la producción de sudor. Pueden producirse efectos secundarios que incluyen trastornos a la hora de la curación o cicatrización. Por último, existe otro tratamiento que se utiliza, especialmente, cuando la sudoración afecta a todo el cuerpo: la simpatectomía transtorácica endoscópica.
Por medio de este procedimiento se cortan, a nivel del tórax, las fibras del sistema nervioso simpático que estimulan las glándulas sudoríparas para producir el sudor. Generalmente, este método solo se utiliza cuando ningún otro tratamiento surte efecto y el afectado tiene graves problemas sociales con la hiperhidrosis.
Tratamiento farmacológico
Generalmente, cuando la hiperhidrosis afecta a todo el cuerpo y el tratamiento con antitranspirantes no surte efecto, el médico receta medicamentos. Los ingredientes activos son los llamados agentes anticolinérgicos. El uso de estos fármacos puede tener, entre otros, los siguientes efectos secundarios:
- Dolor de cabeza
- Trastornos gastrointestinales
- Sequedad de boca
- Visión borrosa

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