Las ondas de choque son una de las más versátiles respuestas de salud que tenemos actualmente en Medicina, aunque son conocidas fundamentalmente en Urología por su uso en el tratamiento de la litiasis (cálculos). Han venido usándose por los urólogos con esta indicación y hoy día son la forma más habitual de resolver un problema litiásico (litotricia). Sin embargo, en otras especialidades como la Cardiología se ha demostrado que las ondas de choque de baja intensidad inducen la re-vascularización de los tejidos, la generación de nuevos vasos sanguíneos; y se han utilizado durante la última década en el tratamiento de la isquemia cardiaca crónica (pacientes con angina de pecho –ángor- e infartos de miocardio de repetición).
Esta terapia de ondas de choque a baja energía se utiliza para inducir la regeneración de pequeños vasos coronarios en pacientes con angina que no son adecuados para la cirugía coronaria o angioplastia.
En este sentido se han usado los sistemas de Storz MODULITH SLC y MedispecCardiospec.
Las llamadas Terapia con Ondas de Choque de Baja Intensidad (Low Intensity Shockwavesó LISW en ingles) utiliza una energía muy baja (0,09 mJ/mm2), equivalente al 10% de la energía utilizada por los convencionales litotriptores de cálculos del tracto urinario.
Durante los últimos 3 años, una técnica de baja intensidad similar se ha utilizado en diferentes centros con el mismo nivel de densidad de energía para el tratamiento de la Disfunción Eréctil.
El sistema utilizado fue el Omnispec 1000, esencialmente un dispositivo ortopédico modificado con energía enfocada. Los resultados con este dispositivo son muy prometedores, y fueron comunicados en diferentes congresos internacionales y publicados en el EuropeanUrology.
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