La postura mas peligrosa para el falo


Una grupo de investigadores de la ciudad de Campiñas en Brasil determinó cuál es la postura sexual más peligrosa para el pene. Las conclusiones indican que para el lamento de los hombres es la que a ellos más les gusta: "la vaquera", "la monta", "la amazona" o como se la quiera llamar. En síntesis, esa posición donde la chica está arriba de él, ya sea de frente o de espalda.
El riesgo, según el reporte en cuestión, está en que el pene está sosteniendo todo el peso de ella y en la pasión del movimiento, que puede ser de atrás a adelante o en círculos, puede causar la lesión del miembro masculino.
Fractura, no obstante, no es el término adecuado, puesto que en realidad no se rompe ningún hueso en el pene. Pero aunque el término no sea el más apropiado, sí permite imaginar sin rodeos a lo que el hombre debe atenerse en caso de ocurrir.
El equipo de científicos de la Escuela Médica de la Universidad Estatal de Campiñas examinó los casos de 44 hombres que presentaron en un periodo de 13 años, una fractura del pene. Del total de casos, 28 de ellos se produjeron en relaciones heterosexuales, 4 durante un encuentro homosexual y 6 mediante la manipulación del pene. En tanto las 4 restantes se produjeron en circunstancias "difíciles de describir".
De acuerdo al estudio publicado en la revista Advances in Urology la mitad de los pacientes sintieron un chasquido o crujido en el pene, luego el dolor, pero casi todos tardaron entre 5 y 6 horas en ir al medico por pena, pudor o desconocimiento.
De las 28 fracturas en las relaciones heterosexuales, 22 fueron en la postura señalada. La razón es que cuando ella está arriba, el hombre es incapaz de saber si la está penetrando de forma incorrecta. Los movimientos realizados por ella pueden provocar la ruptura y seguramente la chica ni siquiera se dará cuenta.
El estudio revela que de todas las posturas, las más "seguras" son donde el hombre es el que tiene el control. Por eso el riesgo se minimiza considerablemente en la básica "el misionero".
Además del dolor, la víctima se plantea de inmediato numerosos interrogantes. Especialmente las vinculadas con la continuidad de su vida sexual. Sin embargo puede estar tranquilo, el accidente no constituirá un adios al sexo con la única condición de que reciba los cuidados apropiados.
Si el médico sospecha que la uretra puede haberse visto dañada, programará una uretrografía (visualización de la uretra y la vejiga), una cavernosografía (visualización de los cuerpos cavernosos y su irrigación) o, las menos de las veces, una resonancia.
El medico François Giuliano, del servicio de urología del Hospital Universitario de Bicêtre, en Francia, explicó que el tratamiento exclusivamente quirúrgico debe realizarse de inmediato para evacuar el hematoma, reparar el desgarro y limitar las secuelas. "Sin tal intervención, el riesgo de complicación está vinculado a la evolución posterior del hematoma de los cuerpos cavernosos, que puede dar lugar a una fibrosis del tejido eréctil y a la pérdida de las propiedades biomecánicas", dijo.
A la salida del quirófano, el recuerdo de este episodio doloroso suele frenar el ímpetu sexual de los amantes durante un tiempo. Lo cual viene bien porque se necesitan algunas semanas para que cicatrice por completo la sutura.
De todos modos es conveniente aclarar que la fractura de pene no es nada común, por lo que las relaciones sexuales deben enfrentarse sin temor.

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