El zíper y las lesiones en el pene


Los traumatismos en el pene han pasado inadvertidos para la ciencia básicamente porque los pacientes rara vez consultan, aun cuando las lesiones sean considerables.

El temor, la vergüenza o las condiciones en las que se produjo la lesión tienden a desmotivar al varón a consultar.

Esto generó la absurda idea de que los órganos genitales rara vez sufrían lesiones, accidentes o traumatismos, y ha provocado que estos percances sean desconocidos tanto por la población como por el cuerpo médico.

Hasta hace poco se comenzó a conocer a cabalidad las características de estas lesiones, su frecuencia, los tipos, las manifestaciones y sus repercusiones.

Para sorpresa de la comunidad internacional, el zíper, con su aspecto trivial e inofensivo, es el causante de la mayor cantidad de lesiones en el miembro masculino. Probablemente todos los hombres han lidiado con algún tipo de contratiempo con los zíperes.

Recordemos que en muchas situaciones el hombre se viste de manera apresurada. Precisamente en ese ajetreo, sube o baja rápido el zíper sin percatarse de que la piel del pene se encuentra en el recorrido dentado, lo cual ocasiona una lesión al prensar esa piel entre los dientes de la cremallera.

El verdadero problema reside en el mecanismo de la lesión, en el sentido de que, cuando el zíper se atora, genera un gran dolor, y el procedimiento para separarlo también es muy doloroso.

Podríamos hablar de una doble injuria. Muchas veces, el instinto y el sentido común hacen que el hombre de inmediato opte por desatorarlo aun cuando sea doloroso, y este proceder evita complicaciones mayores.

Otros, debido al dolor agudo, dan un tiempo para desatorar el zíper, lapso en el cual se puede inflamar la piel del pene y dificultar la separación del zíper, al punto de que algunos necesitan buscar ayuda de un tercero o acudir a la consulta médica.

Aparte del trago amargo y de pasar unas cuantas horas con la zona resentida, este hecho por lo general no pasa a más. Sin embargo, diversas circunstancias vivenciales resaltan la importancia de ser cuidadoso con la maniobra de subir y baja el zíper.

El amante que, apresurado, procede a quitarse el pantalón y sufre este accidente, prácticamente tiene que dar por terminado el encuentro sexual, bajo un aura jocosa o hasta bochornosa.

Sin lugar a dudas, un buen amante debe cuidar esos detalles. De igual manera, aquel que minutos antes de una reunión importante opta por ir a orinar rápidamente, lidiará con un retraso difícil de explicar, por lo inverosímil de la situación. A veces sucede en tiendas al probarse un pantalón: debido a la presura, se olvida este detalle.

Es muy importante destacar que también puede ocurrir cuando la madre viste al niño o cuando una tercera persona debe vestir a un enfermo o a una persona mayor.

En estos casos, se debe tener el cuidado preciso para evitar este traumatismo.

Algunos diseños en el corte de la bragueta, la circuncisión, así como el uso de ropa interior, parecen disminuir la posibilidad de este accidente. Por supuesto, la medida preventiva más importante es tener en mente que estos infortunios pueden acontecer.

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