En el mundo existe una gran variedad de museos que han acabado con excentricismos. A la lista se suma uno mas, el del pene. Esta ubicado en Islandia, en la capital de Reikiavik. Cuenta con mas de 280 penes que en su momento pertenecieron a casi todas las especies de mamíferos marinos y terrestres de Islandia. Entre estos se encuentran 55 especímenes pertenecientes a diecisiete tipos de ballenas.
Otro animal que también es protagonista en el museo es el oso polar errante, del que hay un órgano reproductor como ejemplar. Existen 36 especímenes correspondiente a siete tipos diferentes de focas y morsas.
El museo es conocido como Faloteca Nacional de Islandia y fue fundado por Sigurdur Hjartarson, un historiador oriundo de ese país. "La falología no ha tenido la importancia que se merece, siendo apenas un "apéndice menor" de otras disciplinas como el Arte o la Historia", aseguró en su momento Hjartarson.
El historiador explicó que la idea de coleccionar objetos fálicos surgió cuando era profesor de Historia, los padres de un alumno me regalaron un pene de toro, que utilizaban como látigo".
Después de insistir en la búsqueda de un ejemplar humano, Pall Arason, un hombre que falleció a los 95 años, donó el suyo con el fin de formar parte de la colección permanente de este museo. La amputación del pene se realizó en una morgue bajo la supervisión de un grupo de médicos.
Antes de la donación, la Faloteca contaba solo con un modelo, conservado en formol, perteneciente a un hombre de 40 años de edad de origen islandés, además de dos testículos y un epidídimo de un hombre de 55 años.
El museo es conocido como Faloteca Nacional de Islandia y fue fundado por Sigurdur Hjartarson, un historiador oriundo de ese país. "La falología no ha tenido la importancia que se merece, siendo apenas un "apéndice menor" de otras disciplinas como el Arte o la Historia", aseguró en su momento Hjartarson.
El historiador explicó que la idea de coleccionar objetos fálicos surgió cuando era profesor de Historia, los padres de un alumno me regalaron un pene de toro, que utilizaban como látigo".
Después de insistir en la búsqueda de un ejemplar humano, Pall Arason, un hombre que falleció a los 95 años, donó el suyo con el fin de formar parte de la colección permanente de este museo. La amputación del pene se realizó en una morgue bajo la supervisión de un grupo de médicos.
Antes de la donación, la Faloteca contaba solo con un modelo, conservado en formol, perteneciente a un hombre de 40 años de edad de origen islandés, además de dos testículos y un epidídimo de un hombre de 55 años.
En total la colección contiene 273 especímenes de 92 especies diferentes de animales: ballenas, un oso polar errante, 36 especímenes pertenecientes a siete tipos diferentes de focas y morsas, orcas, delfines, caballos, conejos, toros, ratas y están en busca de más ejemplares de otros animales proveniente de varios países.
El lugar cuenta con lámparas con formas de penes y hechas con testículos reales.
Por otro lado, el museo del pene invita a los hombres a donar su miembro para que también haga parte de la historia. ¿Usted lo haría?
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