Las personas saben que un consumo excesivo de azúcar puede aumentar de forma rápida sus niveles en la sangre y padecer molestos síntomas. Pero existen determinados momentos en los que parece imposible no caer en la tentación y se termina tomando por encima de lo adecuado. No se recomienda ingerir azúcar en exceso porque es una de las causas potenciales de enfermedades crónicas como la diabetes y la obesidad. Sin embargo, su consumo moderado no presenta un riesgo si se compensa con la adopción de varios hábitos saludables.
A continuación compartimos algunos consejos para neutralizarla en poco tiempo.
1. Comer un ajo crudo
Este
libera un compuesto activo conocido como alicina, cuyo efecto mejora la
actividad de la insulina para regularizar los niveles de glucosa. Esto
se debe a que favorece a la entrada de azúcar a cada célula para su
posterior uso como combustible del cuerpo. También, ha demostrado ser un
estimulante de ciertas células del páncreas que participan en el
incremento de la secreción de insulina.
Con ese fin siempre se debe comer crudo, bien sea después de comer muchos dulces o como preventivo en ayunas.
2. Tomar agua tibia con limón
Consumir esta clásica bebida resulta muy efectivo gracias a la fibra y los antioxidantes que proporciona el limón.
Ingredientes
· 1 limón
· 1 taza de agua (250 ml)
Preparación
· Hierve la taza de agua, agrégale el zumo de limón e ingiérelo después de una comilona de dulces.
3. Cortar los hidratos de carbono de la próxima comida
Para
evitar que los niveles de glucemia se eleven, suprime todos los
hidratos de carbono de la comida posterior a esa comilona de dulces. La
cena debe ser de proteínas y verduras, elimina el pan, el arroz blanco,
las patatas y todos aquellos alimentos con tal característica.
4. Tomar un té de canela
Es
uno de los remedios naturales que más se están recomendando para los
pacientes diagnosticados con diabetes tipo 2. Ya que cuenta con un
activo llamado B1 cinnamtannin que estimula los receptores de insulina
para regular la glucosa en la sangre. Tómarlo en ayunas o después de las
comidas contribuye a apoyar la función que transforma esta sustancia
en energía.
Ingredientes
· ½ cucharadita de canela (2,5 g)
· 1 taza de agua (250 ml)
Preparación
· Hierve la taza de agua y diluye en ella la cucharadita de canela.
· Déjala reposar durante 10 minutos y consúmela.
5. Tomar mucha agua
Es
la bebida más saludable que existe porque no tiene calorías y tampoco
azúcar. Tomar uno o dos vasos después de comer azúcar permite diluirla
en la sangre para luego expulsarla mediante la orina. Si después de
tomar agua el azúcar no baja, se pueden consumir otros dos vasos hasta
lograr una mejoría.
Se Debe tomar en diferentes horas y sin exceder más de 8 vasos al día porque el cuerpo puede resultar sobrehidratado.
6. Comer proteínas
Uno
de los principales efectos de tomar grandes cantidades de azúcar es que
después de disparar sus niveles en la sangre, bajan de forma brusca y
provocan una fuerte sensación de hambre. Así que, los expertos
recomiendan comer un alimento rico en proteínas una vez se sienta esa
fuerte ansiedad por comer más.
Un
yogur griego, un puñado de frutos secos o un huevo cocido, no aportan
más de 200 calorías y frenan de inmediato el deseo de comer más dulce.
7. Ejercitarse
Aumenta
la sensibilidad a la insulina y hace que los músculos tomen esa azúcar
para transformarla en energía durante y después de entrenar. Realizar
actividad física de forma vigorosa es una de las formas más rápidas y
efectivas para controlar la glucosa, por lo menos, durante media hora.
De hecho, los ejercicios son necesarios para todos los pacientes con
diabetes, independientemente del tipo que se tenga.
Los más recomendados son los cardiovasculares, que aumentan el ritmo cardíaco y queman energía de forma efectiva.
Existen
varias alternativas que puedes tener en cuenta cuando los niveles de
azúcar aumentan. Eso sí, la mejor forma de no sufrir sus efectos es
evitando al máximo esta sustancia en nuestra alimentación.
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